Dicen que la familia comienza por el amor hacia aquél que tienes más cerca. Es cierto: hay diferentes tipos de familias y, si sabes amar y dejarte querer, serás incluso capaz de crear parentescos allá dónde vayas. ¿Quién no considera a su amiga de la infancia un miembro más de la familia?, ¿quién no ha encontrado en ese amigo a un hermano?.
“Los extraños son familia que aún no has conocido”. Mitch Albom.
Creo que me entenderás cuando digo que no importa de dónde desciendes ni que sangre llevas a la hora de sentirte parte de alguien. Ahora, estamos en la época de reencuentros, esa en la que los días parecen tener menos horas de lo normal, los abrazos llegan cargados de calor y el hogar nos recibe con alfombra roja en la puerta.
“En toda manera concebible, la familia es un enlace a nuestro pasado, un puente al futuro”. Alex Haley.
¡Hogar, dulce hogar! ¿Para ti que es el hogar? Para mí, es dónde la felicidad cobra otro significado, ese en el que los problemas encuentran soluciones sin malicia. Un lugar al que echamos de menos en los momentos más duros de nuestra vida, un pilar que jamás nos fallará. Porque el hogar no son sólo esas cuatro paredes que nos vieron crecer sino esas personas que nos dan todo sin pedir nada a cambio.
Los anuncios de televisión no paran de recordarnos que volvemos a casa por Navidad como El Almendro. Todos llevamos varios meses tachando los días en el calendario: los que viven a miles de kilómetros no paran de soñar con la llegada al aeropuerto, aquellos que dependen de un tren no paran de imaginar el abrazo cálido que les acogerá en la estación del pueblo, otros esperan la llegada de su hijo… Todos tenemos los corazones preparados para el regreso a los orígenes. Todos ansiamos el romper con la rutina para volver a sentir el amor y la unión que un día nos vio crecer.
“Tener un lugar a donde ir es un hogar. Tener alguien a quien amar es una familia. Tener ambos es una bendición”. Donna Hedges.
El problema de estas fechas es perder el Norte. Quiero decir: no sólo es importante cuidar y ser cuidado durante la última quincena del año sino que también es vital saber mantener esa llama de cariño durante el resto de meses. Por eso, hay personas que odian la Navidad. Por eso, hay quiénes encuentran una farsa el juntarse alrededor de una mesa durante estas fechas. Por eso, hay quiénes sufren al recordar que este año habrá una silla vacía porque ese ser querido no volverá. Y por eso, están aquellos que encuentran ahora una oportunidad para viajar y huir de la felicidad que parece iluminar cada hogar. (Bien sabemos que no siempre es así).
Yo, por ejemplo, pertenezco a una familia en la que más de 30 primos juegan a hacer uso del parentesco familiar en los barras libres de las bodas y buffets de comunión. O sea, les veo en una media de cuatro años y los vínculos familiares podrían decirse que son, simplemente, meros lazos a medio atar. En estas fechas me resulta más sano y placentero juntarme con los de siempre en el hogar de siempre.
Bien hace, por ejemplo, mi amiga Elena en viajar durante estas fechas. Ella confiesa que la unión con su familia es más que unas Navidades juntas. Estoy segura de que la visita al hogar cobrará mayor protagonismo a su regreso.
“No hay nada como la diversión para toda la familia”. Jerry Seinfeld.
Las campañas publicitarias, como la última de Campofrío, nos incitan a pensar que la vida son dos días y, como tal, no podemos desaprovechar ni medio segundo en quejarnos por estupideces o en aferrarnos en los sentimientos capitalistas que estas fechas también atraen.
Sin duda, lo más importante es disfrutar de la compañía de aquellos a quiénes consideramos familia. Nuestros hermanos, amigos, padres, abuelos: todos están ansiosos de diversión, de buenas noticias y alegrías que compartir.
¡Si eres de los que les toca pasar la Navidad lejos de su hogar: no te apures! Seguramente a tu alrededor hayas creado una familia que brinde con ilusión contigo. «Nada es para siempre y todo es pasajero», le repito constantemente a mi amiga Lorena.
¿Y tú?, ¿estás preparado para la Navidad?.
¡SED FELICES AMIG@S!
21 diciembre, 2015 at 8:03 pm
Bonita entrada y bonito tema. Yo he habiitado en ambas orillas de los sentimientos hacia la Navidad. Ahora me gustan, me resulta más cálido y cómodo sentir así. Feliz Noche Buena…y lo demás.
Me gustaLe gusta a 1 persona
23 diciembre, 2015 at 3:19 pm
¡Muchas gracias por tus palabras Icástico! Siempre es un placer leerte 😉
Siempre hay momentos en los que nos apetece más celebrar estas fechas que otros…¡¡Lo más importante es ser felices y saber disfrutarlo con los nuestros!!
¡Qué tengas unas felices fiestas y disfrutes cada momento!
¡¡Un abrazo!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
23 diciembre, 2015 at 3:02 pm
Pues tienes razón y como nada es para siempre y todo es pasajero, lo bueno se disfruta más y lo malo se tolera mejor. Aplicable a las fechas navideñas, tanto si te gustan como si no. Un saludo
Me gustaLe gusta a 1 persona
23 diciembre, 2015 at 3:21 pm
¡Exacto evavill: tanto si gustan como si no gustan! Lo más placentero es saber deleitarse con cada pequeño gesto…
¡Qué tengas unas felices fiestas y disfrutes mucho con tu gente!
Un abrazo grande 😉
Me gustaMe gusta
23 diciembre, 2015 at 10:28 pm
Me gusta mucho tu optimismo. Soy del tipo de persona que ve las navidades como una fecha más, pero al observar a mi familia estos días, se nota esa energía cálida que quieres transmitir.
Me gustaLe gusta a 1 persona
24 diciembre, 2015 at 2:43 pm
Al final lo más positivo de estas fechas es saber celebrar cada momento con los nuestros!! 😉 que tengas unos días muy felices!!! Muchas gracias por tus palabras!Un abrazo!!
Me gustaMe gusta