Gente que viene y que se va. A lo largo de la vida nos topamos con personas que llegan para quedarse, otras que simplemente cumplen el papel del momento, otras que desaparecen tras compartir momentos especiales… Nos pasamos la vida dando la bienvenida a nuevas personas y, al mismo tiempo, despidiendo a individuos que se cruzaron en nuestro camino para completar nuestra personalidad y felicidad. Entonces, ¿por qué son tan complicadas las despedidas?
Últimamente, vivo rodeada de despedidas: amigos que reaparecen, encuentros fortuitos con conocidos, idas y venidas a la estación de tren, personas que inexplicablemente abandonaron la Tierra… No paro de pensar en el dolor que sentimos al decir un “adiós” o un “hasta luego” a aquella persona con la que desearíamos seguir compartiendo cafés y cervezas interminables.
No sé tú, pero yo he pasado por todas las fases con respecto a las despedidas. Antes las odiaba (no podía evitar que mis lágrimas inundasen mi rostro al separarme de mi familia), después pasé por la fase de “el tiempo pasa demasiado rápido, volverás a verle” y, ahora, he comprendido que inevitablemente vivimos en constante movimiento y sólo nos queda atesorar cada segundo compartido como único y especial.
“Sólo lo que se pierde es adquirido para siempre”, Henrik Johan Ibsen.
Un abrazo de despedida puede convertirse en el momento más triste y más feliz a la vez. ¿Por qué? Los sentimientos que transmitimos tienden a ser de los más sinceros y, al mismo tiempo, más verdaderos. Sabemos que ese momento no volverá a sucederse. Quizás, volvamos a ver a esa persona cercana o, tal vez, pasará a ser aquella que convirtió un momento de dolorosa separación en un paso más hacia nuestra transformación personal.
En este planeta no existe nada que nos pertenezca a ciencia cierta: ni cosas materiales ni muchos menos personas. Más allá, nosotros somos responsables de administrar todo nuestro tiempo en busca de la felicidad.
Así, lo más importante es saber custodiar las pérdidas y las ganancias. Todo ello está relacionado: seguro que la caricia que tu ser cercano te regaló antes de marchar todavía queda reflejada en tus sentimientos más profundos. Aquí está la clave: saber conectar la tristeza del adiós con la alegría de saber que le has conocido y ha formado parte de tu vida de algún modo.
«Nadie puede volver atrás y comenzar de nuevo, pero cualquiera puede comenzar hoy mismo y hacer un nuevo final», María Robinson.
Al fin y al cabo, sería muy triste no enfrentarse a despedidas porque eso supondría que no hubiéramos conocido a personas de las que nos cuesta desprendernos.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA EVITAR EL DOLOR DE UNA PÉRDIDA?
Cuando hablamos de pérdidas todos somos conscientes de que hay diferentes tipos: familiares que viven lejos, amigos que desaparecen de nuestro mapa personal, exparejas que nunca regresarán, mascotas que dejarán de acompañarnos…
Llegado el momento de separarse lo más importante es dar tregua al duelo y no dejarse llevar por la desilusión. Quiero decir, no podemos permitirnos comenzar de nuevo sin antes haber cerrado una etapa. Un apunte personal: es de cobardes cerrar los ojos para evitar el dolor de las pérdidas.
Queda claro que cuando decimos “hasta luego” a una persona querida no sólo le estamos despidiendo a él sino que también estamos diciendo “adiós” a un interminable baile de experiencias, infinitas promesas e incalculables sentimientos.
Como personas que somos, debemos permitirnos llorar: cualquier final nos recuerda que tenemos sentimientos y estamos aquí para seguir viviendo y forjar nuestro camino. Recuerda que con cada final una parte de nosotros también se muere, pero no será razón de tristeza sino de alegría por haberlo sentido y disfrutado. ¿Y tú?, ¿sabes sobrellevar las despedidas?, ¿tienes iniciativa?
“Te digo adiós para toda la vida, pero toda la vida seguiré pensando en ti.” Jose Ángel Buesa
¡SED FELICES AMIGOS!
13 octubre, 2015 at 3:12 pm
Soy muy dramática en las despedidas, me emociono con mucha facilidad, pero no las temo ni las evito. Solo el tiempo es capaz de poner cada cosa en su sitio. Una despedida que en un principio parece una tragedia, con el tiempo se convierte en un bonito recuerdo.
Un saludo.
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14 octubre, 2015 at 3:31 pm
Estamos de acuerdo eldiariodesensi! 😉 Lo principal es saber valorar los recuerdos que nos quedan!
Qué tengas un feliz día! Un beso
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13 octubre, 2015 at 5:58 pm
Saber partir y dejar que el otro lo haga, quedarse con todo lo bueno que estas personas dejan en nuestras vidas al pasar por ellas. Un post muy chulo, hay que saber «disfrutar» de las despedidas.
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14 octubre, 2015 at 3:34 pm
Muchas gracias por leerme Mery! Con el tiempo aprendemos a disfrutar de los «hasta luegos» y a quedarnos con todo lo positivo. Qué tengas un feliz día! Un beso!
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14 octubre, 2015 at 4:24 pm
Jolin q melancolia al leer este tema justo hoy.
Mi familia y yo mañana cerramos una etapa de 20 años, no decimos adios a una persona, pero si a una referencia donde hemos pasado los mejores y peores momentos, hay miles de recierdos, historias, tiempo….
Es un adios en mayusculas, y lo vamos a llorar como merece. Solo deseo que estos 20 ( y muchisimos mas) años que vengan x delante seamos igual de felices.
Un abrazo!
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16 octubre, 2015 at 8:02 am
Estoy segura de que ayer fue un día muy especial para toda tu familia. Cómo muy bien dices, no sólo decís adios a una casa sino a un sinfín de momentos que habéis tenido la suerte de cosechar juntos. Lo más importante es continuar creciendo de la mano haya dónde esteis cada uno. Mucho ánimo y disfruta la nueva etapa.
Gracias por compartir tu experiencia María! 😉
Un beso!
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15 octubre, 2015 at 9:45 pm
He de decir que me he emocionado al leerlo… Creo que cuando alguien/algo se va para siempre no podemos quedarnos atrapados en ese momento de tristeza, sino quedarnos con los momentos de felicidad que nos han aportado. Yo mismo hace un tiempo perdí una mascota y a pesar de lo doloroso que fue… fui tan feliz con él que a las horas ya sonreía recordándole porque era el mejor ^^. Me ha gustado.
Quizá el tema no sea de mis preferidos pero por cómo está escrito y por lo que provoca al leerlo, éste sí es de tus mejores artículos :).
Admirador anónimo 😉
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16 octubre, 2015 at 8:16 am
Gracias por pasarte por aquí 😉 Me alegro de que compartamos la idea de guardar los mejores momentos ante una despedida. Está claro que hay que continuar para adelante.
Seguro que tu mascota se fue super feliz tras compartir aventuras y cariño. 🙂
Un placer el saber que este Post si te ha generado sentimientos…
Un beso y que tengas un feliz día!
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20 octubre, 2015 at 2:36 am
Las despedidas suelen ser muy tristes, sobre todo aquéllas en las que sabemos perfectamente que ya no volveremos a ver a nuestros seres queridos y mucho menos abrazarlos o decirles cuánto los amamos. Pero lo importante es saber hacerlo en el momento y también decir adiós.
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20 octubre, 2015 at 8:15 pm
¡Exacto Paola! Lo fundamental es saber decir el mejor adiós y quedarnos con el mejor sabor de boca posible. 😉 Todo son etapas y fases en esta vida de las que podemos aprender.
Muchas gracias por pasarte y comentar por aquí 😉
¡Un beso!
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3 febrero, 2016 at 7:05 pm
Cuánta razón. Las despedidas son duras a veces pero también nos ayudan a aprender.
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4 febrero, 2016 at 9:42 pm
Exacto! Lo importante es continuar aprendiendo a través de cada circunstancia.
Mil gracias por pasarte por aquí 😉
Un abrazo fuerte!
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